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Life coaching 101: Respira 1... 2... 3... y relax

“La vida no se mide por los momentos que respiramos,
sino por los momentos que nos dejan sin respiración.”  
Maya Angelou.

Que con frecuencia hacemos un montón de cosas automáticamente, no es secreto. Pero repetir una acción entre 17.280 y 23.040 veces por día y no notarlo conscientemente ni una sola vez… es, como diría uno de mis instructores de yoga, la prueba innegable de que no vivimos en el presente.
Concedo que respirar —sí, esas son las veces promedio que respira un adulto sano, por día— es una función automática, pero dedicarle nuestra atención consciente unos minutos cada jornada puede brindar beneficios físicos, emocionales y hasta me atrevería a decir, espirituales.

1…2…3… Relaaaaax…
Cuando comencé a estudiar Coaching el énfasis estaba en el proceso, en la clarificación de la meta, en las preguntas poderosas, en los planes de acción… Sin embargo, con frecuencia mis Coachees llegaban a las citas casi sin aliento, corriendo de tarea en tarea, sin pausa para pensar, para sentir lo qué ocurría en sus vidas, hacia dónde deseaban ir, o cómo llegar allí. ¡Era claro que había espacio para mejorar!
De mis clases de meditación, yoga y sesiones de Breathwork, decidí tomar algunas técnicas de respiración para incorporarlas a las sesiones de Coaching. Cada cita inicia con al menos tres respiraciones profundas, conscientes, en las que invito al Coachee a cerrar los ojos y a visualizar el aire que entra por su nariz, llega a sus pulmones, lo llena y se expande… Y luego, a hacer una pausa por unos segundos y visualizar nuevamente el aire que sale por la nariz. Un simple ejercicio que me permite ser testigo privilegiado de la transformación que ocurre ante mis ojos: De un Coachee generalmente agitado y con entrecejo fruncido por el estrés, paso a contar con un Coachee presente en el aquí y en el ahora… en apenas unas respiraciones.

 Y respirar… ¿para qué sirve?
Y es que esa respiración clara y consciente ayuda a centrarnos, a enfocarnos en nosotros mismos, a sentirnos y fundamentalmente a reconectarnos con nuestro ser a diferentes niveles. Respirar, ayuda a balancear los ritmos de nuestro cuerpo e incluso, a aquietar nuestra mente para que encontremos un espacio en el cual esas preguntas poderosas del Coaching encuentren terreno fértil para que las respuestas ya no sean agitadas o reactivas… sino profundas y conectadas con intenciones.
En lo físico, más allá de mantenernos vivos en este plano (¡menuda tarea!) respirar conscientemente restaura los movimientos naturales internos del cuerpo, masajeando los órganos y posibilitando una mejor oxigenación.
Emocionalmente, ayuda en el proceso de transformar nuestras creencias limitantes, identificar patrones, liberar emociones y abrirnos —gracias a la relajación que sentimos— a nuevas posibilidades. Al centrarnos, podemos sentir alivio, menos stress y ansiedad, y dejamos ir con menos resistencia aquello que ya no sirve a nuestro bienestar.
Y espiritualmente, respirar de forma consciente nos permite conectarnos con el flujo de la vida, o lo que en algunas prácticas se llama Chi o Prana. A través de esa conexión, podemos expandir nuestro nivel de consciencia y acercarnos más a nuestra naturaleza espiritual.

¿Listo para probar?
Como suelo decir con frecuencia: ¡No tienes que creer todo lo que digo! Por eso, te invito a probar, a incorporar una práctica diaria de respiración consciente.
La sugerencia es que hagas este ejercicio al menos dos veces por día. Quizás, la primera, por la mañana, antes de arrancar con tus actividades rutinarias, y la segunda, por la noche, antes de acostarte. Por supuesto, si en el día pasas por un estado de ansiedad o simplemente necesitas un “recreo” para llenarte de energía, busca un sitio tranquilo y repite… que mal, ¡no hace!

Siéntate en un sitio cómodo. Sé consciente de la postura de tu cuerpo… ¿Cómo está tu espalda? ¿Tus pies? ¿Tu cuello? Rejala los músculos de tu cuerpo. Cierra los ojos e inhala por la nariz. Retén el aire. Cuenta hasta tres suavemente —o menos, si sientes que tres es mucho tiempo—, deja ir el aire suavemente por la nariz. Repite entre cinco y 10 veces, lo que sea mejor para ti. Puedes ir ampliando el número de repeticiones a medida que expandes tu práctica.
Con cada respiración, nota como el aire ingresa por la nariz, va hasta tus pulmones e incluso hasta tu abdomen…como llena cada espacio… Siente la fuerza vital que ha entrado en ti y te llena de energía. Y cuando dejes ir, nota conscientemente ese aire, ahora más cálido, que sale por nariz.

Es mi deseo que esta simple práctica los ayude a centrarse en el presente. No en el ayer, que ya no se puede cambiar. No en el mañana, que pudiera generarnos ansiedad… Sino en el mágico momento del aquí y el ahora, el único momento que realmente nos pertenece, el que notamos y apreciamos conscientemente… Ese, que como decía Maya Angelou, puede “dejarnos sin respiración”.


Niky Pauli es una "life coach" certificada por el International Coaching Community y el Sura Center. Es la fundadora de NikyCoach, que combina técnicas tradicionales de Life Coaching con modalidades de meditación o de sanación energética tales como Reiki. 

 Photo Credit: Amanda Hirsch via Flickr